
El descubrimiento de las tierras de los guanes antiguos habitantes de Santander, fue el resultado directo del hallazgo de unas mantas finas, tejidas por estos indígenas. Casi todos los cronistas de la época comentan la alta calidad de las mantas elaboradas por guanes; los soldados de Jiménez de Quesada no tuvieron inconveniente en vestirse con ellas y su valor era tal que conformaron uno de los principales artículos de tributo durante la primera parte del período colonial. Antes de la llegada de los españoles, se comerciaban con otros grupos indígenas, no sólo por la ruta del río Magdalena sino también con grupos de los llanos orientales. Textiles de alta calidad, con bellos diseños, se elaboraron en la región de Santander.
La fibra más utilizada entre los guanes era el algodón. Todas las mantas en las colecciones de los museos parecen haber sido elaboradas con este material; sin embargo, Martín Carvajal hace una referencia interesante a una manta que tenía en su colección particular que rué confeccionada utilizando una mezcla de algodón con fibras de la ceiba de lana. De menor importancia era el fique, empleado para fabricar cabuyas, costales y algunas mochilas.